Una buena hidratación es esencial para el correcto desarrollo y crecimiento saludable de nuestros peques. Sobre todo si tenemos en cuenta que el 80% de sus organismos está compuesto por agua. Sin embargo a muchos niños les cuesta beber, entre otras cosas, porque no sienten la necesidad de sed tan frecuentemente como los mayores. De modo que hay que ingeniárselas para que beban al menos la cantidad de agua diaria mínima recomendada para su correcta hidratación, aunque esto no siempre es fácil. Por eso hoy te damos algunos trucos para conseguir que beban más.
Aunque la cantidad recomendable para un niño depende de su edad, ten en cuenta que hasta el año, lo aconsejable es darle entre 700 ml y un litro de agua. Es muy importante que no los obligues, puesto que puede sentarles mal y aún teniendo las mejores intenciones, conseguir el efecto contrario al deseado. La mayoría de niños perciben el agua como algo aburrido. Al no tener sabor no le encuentran la gracia, por eso es recomendable darle la vuelta a la tortilla ¿Cómo? ¡Ahí van algunos trucos!
Un truco muy recurrente al que se han sumado muchas marcas en los últimos años, es ofrecer a los peques el agua envasada en botellas con dibujos, o incluso formas de personajes de dibujos animados. Como a los mayores, a los peques también les entran las cosas por la vista. Si conseguimos que la asocien con algo divertido, será más fácil cumplir nuestro objetivo.
El agua fría no es una buena aliada para los más pequeños de la casa, ya que les provoca impacto en los dientes y esa sensación no gusta nada. ¿A que no? Evita darles agua fría, de lo contrario les estarás dando un motivo para cogerle tirria, y el rechazo no hará más que aumentar. Recuerda que la clave está en revertir la situación y convertir, lo que puede ser una experiencia poco atractiva, en un hábito divertido, además de saludable.
Con añadir unas gotitas de fruta exprimida o zumo bastará. Así conseguirás que lo que ellos ven como un líquido aburrido y sin sentido, se convierta en una bebida apetecible. Eso sí, no abuses, la idea es que los niños beban agua para hidratarse, no que se empachen de zumos de frutas. Como con todo, ¡moderación!
Sobre todo sé un ejemplo, edúcalos y explícales lo importante que es beber agua y mantenerse hidratados. Para que lo entiendan, escoge actividades físicas que les encanten para explicarles que su cuerpo necesita reponer los líquidos que han quemado durante esas actividades, y que si no beben después se cansan más rápido y no pueden disfrutar de lo que más les gusta, ya sea: jugar, correr, nadar… ¡lo que sea!
Y recuerda, si la compras embotellada fíjate en el residuo seco. Aunque lo más saludable para tus pequeños es el agua tratada con ósmosis inversa, libre de impurezas y bacterias. En Irima Fontanilla te podemos ayudar a mejorar la pureza del gua del grifo. Contacta con nosotros y te asesoramos sin compromiso.