El agua embotellada es un negocio relativamente nuevo y al que desde 2003 cada vez se adhieren más empresas. ¿Por qué te estarás preguntando? Porque el consumo de agua embotellada en España en los últimos años ha aumentado considerablemente. Tan sencillo como eso. Pero también existen motivos estratégicos detrás, como la introducción de productos estrella en mercados como el hostelero.
Según Aneabe (Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas), cada uno de nosotros consumimos una media de 110 litros de agua embotellada al año. Con estos datos, no es de extrañar que cada vez existan más empresas que se adhieran al negocio. Sobre todo teniendo en cuenta que el sector factura mil millones de euros anualmente.
La producción en España asciende a 5.331 millones de litros entre aguas minerales naturales, aguas de manantial y aguas potables preparadas. Sí, sí, aguas potables preparadas, has leído bien. Tal vez recuerdes el caso Bonaqua de la multinacional Coca Cola, marca pionera en vender agua del grifo tratada y embotellada. Y reconocida por el escándalo que se desató en 2004 en Reino Unido. Ya que vendían el agua como si fuera mineral natural cuando en realidad era agua del grifo purificada.
Pero ¿de dónde salió esa moda por consumir agua embotellada? En los años 90, el volumen de producción y cifras de ventas, nada tenían que ver con las cantidades que se manejan en la actualidad. Y es que como apuntábamos al principio del post, las multinacionales han visto un filón con el negocio del agua embotellada. Así que han llegado al mercado con su batallón de publicistas y equipos de marketing para vendernos un estilo de vida y hacernos creer que si bebemos su agua embotellada seremos más jóvenes, esbeltos y guapos. Y no es que creamos que un agua de calidad no tiene efectos beneficiosos para la salud, todo lo contrario. Lo que nos planteamos es ¿realmente toda el agua embotellada que venden las multinacionales es tan pura como prometen?
Si tenemos en cuenta que no todas las aguas embotelladas provienen de manantiales o fuentes subterráneas, está claro que existen marcas que venden agua del grifo envasada. Pero lo curioso del caso es que además lo hacen abiertamente, como es el caso del agua comercializada por el grupo Pepsi: Aquafina, agua de grifo embotellada que te venden a precio de agua pura. Y además supone la producción de millones de botellas de plástico perjudiciales para el medio ambiente. Qué contradicción que los mismos que usan la naturaleza y la vida sana como gancho de venta, estén vendiendo un producto que de puro tiene poco y además perjudica al medio ambiente. Aunque claro está que no todas las aguas embotelladas son lo mismo.