¿Estáis embarazados? Si la respuesta es sí, este post te interesa. Mantener un buen nivel de hidratación es vital para nuestro organismo en todas las etapas de nuestra vida. Sin embargo, en el caso de las embarazadas, cobra todavía más importancia, ya que la ingesta de agua, ayuda a aliviar algunos síntomas del embarazo y además contribuye a mejorar el desarrollo de nuestro futuro retoño. Y es que, como siempre decimos, el agua es vida.
Según indica la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, además de la cantidad, es muy importante la calidad del agua. De modo que la ósmosis inversa puede hacer mucho por la salud de la mami y de vuestro pequeño. Si la ingesta de agua recomendada para adultos es de una media de 2 litros diarios, en el caso de las embarazadas, esta cantidad aumenta hasta 3 litros diarios. El embarazo aumenta la temperatura corporal como consecuencia del volumen sanguíneo, el consumo de agua puede ayudar a prevenir mareos o golpes de calor, mejorando la circulación.
Durante el embarazo, el período de lactancia y los primeros años de la infancia, se recomienda consumir agua de mineralización débil. Es decir, agua con bajos niveles de sodio y niveles mínimos de calcio y magnesio. Es muy importante fijarse en el residuo seco, que indica la cantidad de minerales que contiene. Para saber la calidad del agua de tu hogar, puedes solicitar un análisis del agua. De esta forma, podemos determinar el nivel de impurezas que contiene el agua del grifo y proponerte soluciones.
A pesar de que en España tenemos agua potable en todas las Comunidades Autónomas, la calidad del agua varía mucho en función de cada provincia. Como ya os contamos en uno de nuestros posts, el agua de Madrid es una de las mejores, mientras que la de la Comunidad Valenciana consta como una de las peores por su dureza. Por eso es recomendable instalar un equipo de ósmosis inversa en casa.
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, señala que:
Así que si no habéis empezado todavía a crear un hábito de hidratación saludable, es hora de empezar, por vuestro bien y el de vuestro pequeño. Porque el agua es fuente de vida y salud, pero recuerda: no cualquier agua.