¿Eres de los que bebe agua fría todo el año y estás harto de que te digan que no es buena para la salud? En realidad algo de verdad hay en esas recomendaciones. Y es que aunque beber agua fría no es malo para la salud, el agua tibia es más beneficiosa. Pero, ¿por qué? Te lo contamos en este post.
El agua tibia hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo cual mejora la circulación sanguínea y de esta forma se eliminan toxinas para depurar tu organismo de manera mucho más rápida y eficaz.
Al contrario que la fría que provoca la inflamación de la mucosa y aumenta el riesgo de sufrir infecciones, el agua tibia suaviza la garganta y alivia la irritación.
El agua tibia ayuda a digerir la comida, optimizando el proceso de absorción de los nutrientes y evitando así el estreñimiento.
Si eres propenso a sufrir migrañas, deja de beber agua fría porque de lo contrario puedes provocar que las crisis sean más constantes. Del mismo modo que las temperaturas bajas pueden provocar dolores de cabeza, beber agua fría también.
Aunque parece que beber agua fría a diario no nos puede hacer ningún daño, la realidad es bien distinta. Y es que beber agua fría con asiduidad puede causarnos diversos problemas que se pueden evitar simplemente cambiando el agua fría por agua tibia o natural. Entre las razones por las cuales es mejor beber agua natural que agua fría:
– Repercute en la hidratación
– Retrasa la digestión
– Reduce el funcionamiento del sistema inmune
– Reduce la capacidad de eliminar mucosidades
Eso sí, aunque la temperatura influye, lo más importante es que bebas agua de calidad. Si estás harto de cargar con las garrafas de agua, no te lo pienses más e instala un equipo de ósmosis inversa en casa. Además de que evitarás comprar botellas de agua, ahorrarás en detergentes y productos de limpieza y cuidarás de tu salud y la de los tuyos.