El agua es sinónimo de vida. Sin ella estaríamos acabados. Se estima que una persona puede sobrevivir sólo de 3 a 5 días sin beber agua. Es un líquido vital para el funcionamiento no sólo del cuerpo humano y nuestros órganos, sino también del planeta. Es el motor que nos hace funcionar.
Pero, ¿es buena el agua que bebemos? ¿Importa la calidad del agua a nuestra salud? ¿Qué factores la determinan? Y es que cada vez exigimos mayores controles tanto a los alimentos que ingerimos como a la calidad del agua que bebemos. Es por ello que vamos a enumerar algunos de los diferentes factores que nos dicen si el agua es apta para consumo humano, para regadío o sencillamente no es potable:
Esta combinación hace que sea apto o no para nuestro consumo u otro uso. Y es que por ejemplo una destinada al regadío no tiene por qué ser potable. En cambio el agua de nuestros hogares, tendrá que pasar unos controles mucho más estrictos.
En zonas como la nuestra el agua es dura. Aunque sea buena para su consumo, ocasiona otros contratiempos. Entre ellos, como ya os hemos comentado en otras ocasiones, puede perjudicar nuestra piel y provocar alergias, sequedad o picores. O también puede dañar nuestro hogar, pues la cal se convierte en un enemigo para tuberías y electrodomésticos. Es por ello que aconsejamos la instalación de equipos de osmosis inversa, capaz de retener las sustancias más perjudiciales o la cal. Estos equipamientos de ósmosis inversa ofrecen un sistema de purificación para que puedas disfrutar de agua de calidad. Ya sea para el consumo, como para la higiene personal y doméstica.
¿Quieres saber cómo es la calidad del agua de tu hogar? En Irima Fontanilla podemos realizar un estudio del agua para determinar todos los factores que contiene. ¡Llámanos!