Aparte de la consecuente factura de luz que generan, el otro gran gasto derivado de los electrodomésticos, son las reparaciones. Tanto, que a veces es más rentable comprar un electrodoméstico nuevo que repararlo. Hoy te damos algunos consejos para reducir los gastos derivados de los electrodomésticos y en lo que a consumo de energía y reparaciones se refiere.
El etiquetado energético sirve precisamente para informarnos del consumo de luz, agua, ruido y grado de eficiencia de cualquier tipo de electrodoméstico. Gracias a esta etiqueta informativa, los consumidores podemos hacer una elección más acertada. Como ya sabrás la letra A, indica que el electrodoméstico te permitirá ahorrar hasta un 30% en electricidad, siendo la categoría más eficiente de las 7 clasificaciones disponibles (hasta la letra G, la menos eficiente).
A la hora de ahorrar en los lavados se recomienda utilizar la lavadora con programas económicos. Pero si además la llenas al máximo y en frío, ahorrarás mucho más, ya que el 90% de la energía que consume una lavadora se usa precisamente para calentar el agua.
Si el agua de tu hogar está descalcificada, ahorrarás en electrodomésticos. Y es que, como ya sabrás, el agua dura provoca roturas en los electrodomésticos que funcionan con agua como lavadoras y lavavajillas. Si instalas un descalcificador en casa, el exceso de cal desaparecerá y las probabilidades de que tus electrodomésticos se estropeen se reducirá notablemente.
En el momento de poner el lavavajillas, asegúrate de llenarlo y usar el programa más económico. De esta forma conseguirás optimizar el consumo de agua. Lo que notarás en tus facturas.
Pon en práctica estos sencillos consejos en tu rutina diaria, y verás como al cabo de un año notas el ahorro. Eso sí, es necesario que todos los miembros de la familia los tengan en cuenta y los cumplan a rajatabla.