Del 1 al 7 de agosto, vivimos la Semana Mundial de la Lactancia Materna, para fomentar, proteger y apoyar la lactancia materna por los muchos beneficios que aporta a la salud de la madre y de su bebé. Esta semana, instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF en 1992, es actualmente el movimuento social más extendido en defensa de la lactancia materna, y se celebra en 120 países.
Desde Irima Fontanilla somos conscientes de los innumerables aportes que tiene. Así que hoy vamos a explicaros con mayor detenimiento por qué hidratarse bien durante esta etapa es tan importante. Y es que sabemos que lo es en cualquier momento de nuestra vida, pero es quizás durante el embarazo y la lactancia cuando cobra todavía mayor peso la ingesta de agua. ¿Por qué?
La razón es porque aunque los bebés lactantes no beben agua, es la madre la que debe ingerir suficiente líquido para producir leche suficiente. La leche materna contiene agua en un 90%. Así pues, si nuestra alimentación en esta etapa es importante, también lo es nuestra hidratación.
Además de para producir la leche que diariamente beben los pequeños, la madre tiene que hidratarse lo suficiente para el buen funcionamiento del organismo, en especial de la irrigación arterial y venosa del tejido mamario.
No todo el agua es buena, y sobre todo en la Comunidad Valenciana, debido a su dureza. Por eso es recomendable instalar un equipo de ósmosis inversa en casa. Asimismo, es muy importante crear un hábito de hidratación saludable desde el embarazo y continuar llevándolo a cabo de forma regular durante la lactancia. Porque el agua es fuente de vida y salud, pero recuerda: no cualquier agua.
Foto portada: Sanutri